
La costumbre de jugar con estiércol de vaca tiene lugar en el pueblo desde tiempos inmemoriales.
Las mujeres se sientan en los campos alrededor de cestas llenas de excrementos y rezan a Indra, tras lo cual se ponen los recipientes en la cabeza y comienzan a arrojarse el contenido.
Afortunadamente para mí, esta mujer no es hindú, sino andaluza y residente en Menorca desde que era una niña.
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