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jueves, 1 de abril de 2010

Disculpas aceptadas


Erase una vez un granja en la que vivían muchos animales.
Un día el ratón, al mirar por un agujero de la pared, vio que el granjero abría un paquete. Lleno de curiosidad pensó: "¿Qué tipo de comida podrá haber allí?". Pero quedó aterrorizado, cuando descubrió que era una ratonera.
Fue al patio de la casa a advertir a todos: "Hay una ratonera en la casa, ¡una ratonera!".
La gallina que buscaba lombrices en la tierra, mientras escarbaba, cacareó y le dijo: "Disculpe Sr. Ratón; entiendo que sea un gran problema para usted, pero a mí no me perjudica en nada, ni me molesta!".
El ratón fue hasta el cordero y le dijo: "¡Hay una ratonera en la casa!,¡una ratonera!". "Disculpe, Sr. Ratón, pero no veo nada qué pueda hacer. . . solamente pedir por usted. ¡Quédese tranquilo, usted está en mis oraciones!", respondió el cordero. Se dirigió, entonces, a la vaca, pero ella le replicó: "¿Qué me dice Sr. Ratón, una ratonera?, ¿yo estoy en peligro por casualidad?, creo que no. . .".
El ratón se volvió a la casa, preocupado, cabizbajo y abatido, para concentrarse en cómo enfrentar sólo la ratonera del granjero.
Aquella misma noche se escuchó un ruido, como cuando una ratonera apresa a su víctima. La mujer del granjero corrió a ver qué había atrapado. Pero, en la oscuridad, no vio que la trampa agarró la cola de una serpiente venenosa y la serpiente la picó.
El granjero la llevó de inmediato al hospital. La mujer volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar a alguien con fiebre, nada mejor que un buen caldo de gallina. El hombre, entonces, tomó un cuchillo y fue a buscar el principal ingrediente: la gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba, amigos y vecinos vinieron a verla.Para alimentarlos, hubo que matar al cordero.
Pero la mujer no resistió y, finalmente, falleció.
El pobre hombre, muy triste, vendió la vaca al matadero, para cubrir los gastos del funeral. Al final el único que se salvó fue el ratón, que no había encontrado solidaridad entre sus compañeros de la granja.

Moraleja: Cuando hay una ratonera en casa...toda la granja está en peligro.

9 comentarios:

  1. Una historia muy curiosa porque no te imaginas este final... es muy fácil mirar hacia otro lado, preocupándonos tan sólo de nosotros mismos... pero, tal y como narra esta historia, no siempre es lo mejor.
    Besos

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  2. Hola Cata, este relato nos demuetra que hay que ser solidarios. No vale eso de que a mi no me incumbe, porque terminará salpicándonos a todos.
    Un abrazo

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  3. Cata, es una maravilla esta historia que nos traès hoy.
    Cuantas veces se llama a silencio a quien advierte un peligro, porque el peligro està lejos,les toca a otros, no puede afectarnos...
    Muy buena.Besotes

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  4. Preciosa historia que contiene una gran moraleja, jajaj.
    ¡Un beso enorme!

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  5. jajajaja

    qué bueno!

    es tuya o tradicional?

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  6. Aunque no nos toque recibir algo malo, hemos de ser solidarios con los demás, no sabemos que nos espera en la esquina. Una historia muy buena. besitos.

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  7. Interesante historia enseña una lección. Lo que creemos que no se refiere a nosotros podría llegar a ser importante.

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  8. Hola Cata
    Si te apetece, tienes un reto cinéfilo en mi blog.
    Que tengas un buen fin de vacaciones.
    Besos

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  9. Que buenisima historia..y es que eso de pensar solo en nosotros ....es malo, remalo...muy linda y didactica..

    Un beso

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